Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://aprilshdd957583.dbblog.net/11687328/la-explicación-oficial-del-cabezazo-de-zidane