Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://annieeyvy375344.humor-blog.com/37174970/la-historia-detrás-del-cabezazo-de-zidane-a-materazzi